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Cuando hace más de un año compré mi HTC Magic sólo había tres teléfonos Android en el mercado y todos del mismo fabricante. Alucinaba en colores con su conectividad, prestaciones y pantalla. ¡Tenía un teléfono más potente que mi primer ordenador! Como cualquier otro cacharro no tardó en quedarse anticuado y actualmente se resiente al trabajar casi con cualquier aplicación. Por ello he decidido renovarme y adquirir el HTC Desire HD, una auténtica bestia parda. Cuando pase cierto tiempo trasteando con ella dejaré caer un pequeño análisis personal, mientras tanto comento la forma de eliminar esas odiosas aplicaciones de Vodafone.

El caca-soft

El placer por desprecintar el teléfono nuevo de turno es un claro símbolo consumista pero nos encanta a los amantes de los cacharros. Estaba maravillado por la potencia del HTC Desire HD, era capaz de mantener decenas de aplicaciones abiertas sin inmutarse lo más mínimo. De pronto me dije: "Oh wait…!", había descubierto las aplicaciones pre-instaladas de Vodafone. Raudo y veloz me dispuse a desinstalarlas pero (¡horror!) están bloqueadas y no pueden ser eliminadas. Mi odio hacia las aplicaciones que mancillan un flamante dispositivo no conoce límites. En la intimidad las llamo caca-soft.

Eliminar aplicaciones pre-instaladas de Vodafone

Una busqueda en Google confirmó mis sospechas, es necesario tener permisos root para poder eliminar aplicaciones bloqueadas. El HTC Desire HD es un terminal relativamente nuevo y aún no existe ningún sistema del tipo "dale a un botón y ya eres root". Hacía falta hacer un downgrade de la ROM y varias operaciones de seguridad cuestionable. Me negaba.

Con la inestimable ayuda del foro HTC Manía encontré la respuesta. Es posible eliminar las aplicaciones que instala nuestro operador de telefonía sin cambiar la ROM ni tener acceso root. El proceso implica una restauración de fábrica. Las aplicaciones y los contactos están sincronizados, por tanto no los perderás. No obstante, los accesos directos y la configuración volverán a su estado inicial. Para librarte de una vez por todas del caca-soft sigue los siguientes pasos:

  1. Apaga el teléfono y retira la tarjeta SIM.
  2. Entra en modo recovery, lo conseguirás pulsando el botón "bajar volumen" mientras enciendes el terminal.
  3. Selecciona la opción "factory reset". Para desplazarte por el menú puedes emplear las teclas de volumen, cuando quieras elegir una opción presiona ligeramente el botón de encendido.
  4. El teléfono se reiniciará.
  5. Sigue el proceso de configuración inicial y sincronización con Google utilizando una red Wi-Fi.
  6. Apaga el teléfono e introduce la SIM.
  7. Cuando arranques de nuevo se te preguntará si deseas sincronizar el teléfono con la tarjeta. Cancela la operación para siempre y no se instalarán las aplicaciones del operador.

Es cierto que las aplicaciones de HTC Sense no pueden ser eliminadas a través de este proceso y requieren disponer de acceso root. Pero al menos ya sufrirás esas aplicaciones que te impone tu operador, carecen de utilidad y a veces consumen recursos en segundo plano.

Eso es todo, ahora vivirás mejor.