Demasiado tiempo he dilatado el visionado de Battlestar Galactica pero estamos ante una de las series por las que es imperativo tener verdadera predisposición o de lo contrario no exprimiremos su contenido como es debido. Una miniserie de dos episodios y 4 intensas temporadas forman la que es, a mi juicio, la mejor producción televisiva de ciencia ficción de todos los tiempos. Bueno, puede que aún esté en shock tras los capítulos finales pero os hacéis una idea. Dudo que sea capaz de hacer una reseña a la altura ya que, intentar condensar el grandioso recorrido de la serie en un puñado de párrafos es poco más que estúpido, se hará lo que se pueda.
Decenas de veces me he topado con la historia de "humanos construyen robots que se rebelan contra sus amos" pero ninguna tan bien montada como esta. La paz entre humanos y Cylon era delicada pero se mantuvo durante 40 años hasta que un traidor permitió el regreso de las tostadoras. Las 12 colonias que conformaban los restos de la humanidad se reducen a la pequeña flota que consigue huir. La escuadra de naves encabezadas por la vieja estrella de combate Galactica comenzará un duro viaje hacia su salvación plagado de entramados políticos, profecías arcanas y combates estelares.
El comienzo de la serie carga con la fama de ser desalentador ya que se explaya a la hora de presentar a los personajes principales y sus motivaciones. No obstante, el espectador no tardará en verse recompensado identificándose con muchos de ellos y es que al final lo que importa es el todo, el conjunto de experiencias. En Battlestar Galactica encontraremos personajes llenos de matices que evolucionan a lo largo del recorrido y nos sorprenderán en más de una ocasión. Cómo olvidar al hedonista doctor Gaius Baltar o al inquebrantable Almirante William Adama entre otros muchos.
En realidad, los personajes no son más que portadores de los mensajes que nos lanza la serie. Galactica ofrece reflexiones de toda índole filosóficas, religiosas, morales y políticas. La búsqueda de Dios, la lucha de clases, qué define a un ser humano, la elección del mal menor y otros muchos dilemas son los que iremos encontrando capítulo a capítulo. Desde luego, es el trabajo de ciencia ficción más maduro que he visto en una pantalla, diferenciándose de otras producciones como Star Wars (¡ojo, me encanta esta saga!). Se pueden mencionar películas excelentes en este ámbito tales como Blade Runner o Matrix pero ninguna presenta tanta diversidad como Galactica. Vale, parte con ventaja porque es una serie de cuatro temporadas, pero qué se le va a hacer.
Como hilo conductor tenemos la constante huída de la flota con los Cylon pisándoles los talones desembocando en escenas llenas de acción y tensión. En el plano de los efectos especiales, teniendo en cuenta que se trata de una teleproducción, podemos darnos con un canto en los dientes. Los puristas de la física alzarán su voz y dirán que contiene muchos errores como la presencia de sonido en el vacío. A ellos les diría que se vayan a ver 2001 Odisea en el espacio y me dejasen tranquilo, al menos los disparos no son haces de luz sino misiles y munición tangible. Es estúpido ponerse tan quisquilloso, es entretenimiento, no un ensayo sobre física aeroespacial.
Bueno, el artículo se está extendiendo más de lo esperado, sólo me queda instar a todos los que aprecien mínimamente la ciencia ficción a ver Battlestar Galactica. Tras haberla disfrutado al completo la sitúo al nivel de otras obras maestras como Six Feet Under.
En una palabra: sublime.